Pope Francis, known as the 'People's Pope', has been accused of shielding sexual predators within the clergy, including a priest accused of violently raping nuns. Recent discussions among cardinals in Rome have brought to light concerns about clerical abuse, yet details remain confidential. Despite promises to hold the Church accountable for such abuses, evidence suggests that Francis consistently protected credibly accused individuals from justice during his papacy. This includes cases involving multiple victims and serious allegations against prominent clerics. The revelations raise significant questions about his legacy and commitment to addressing sexual abuse within the Church. For more details, visit the full article.
Un reciente informe ha revelado cómo el Papa Francisco, conocido como el ‘Papa del Pueblo’, protegió a depredadores sexuales dentro del clero, incluyendo a un sacerdote acusado de violar violentamente a monjas.
Según un portavoz del Vaticano, durante la reunión de cardenales en Roma la semana pasada, se abordó el tema del abuso clerical, que incluye el abuso sexual de menores. Sin embargo, los cardenales tienen prohibido revelar detalles sobre lo discutido.
A pesar de la confidencialidad, las preparaciones para el cónclave que comenzará el miércoles están envueltas en escándalos. Según Mail Online, han surgido dudas sobre la verdadera edad de Philippe Ouedraogo, un cardenal de Burkina Faso que algunos afirman tiene 80 años y no debería votar. Además, existen preocupaciones sobre la presencia del cardenal peruano Juan Luis Cipriani, quien enfrenta acusaciones de abuso sexual que él niega.
Durante estas discusiones, varios cardenales han expresado sus críticas hacia el legado del fallecido Papa Francisco. Un cardenal anónimo declaró a America Magazine que se han escuchado numerosas quejas sobre su papado.
Los escándalos discutidos incluyen casos impactantes cuyas víctimas abarcan desde 20 monjas eslovenas que alegan haber sido violadas hasta seminaristas argentinos agredidos grotescamente por su obispo. El común denominador es que Francisco tomó medidas extraordinarias para ocultar o justificar estos crímenes.
El ‘Papa del Pueblo’ fue elegido en 2013 con la promesa de hacer responsable a la Iglesia por los abusos sexuales clericales. Aunque estableció nuevas normas para castigar a obispos culpables, no aplicó estas reglas en su propia gestión.
El misterio más oscuro de su papado ha sido su habitual protección a depredadores sexuales acusados y condenados. Como líder supremo de la Iglesia Católica, tiene la autoridad para modificar o ignorar las leyes canónicas y las leyes penales del estado vaticano sin ser cuestionado.
Este patrón comenzó antes de su elección; como arzobispo de Buenos Aires intentó evitar que un sacerdote abusador fuera encarcelado. Ya como Papa, mintió abiertamente sobre este caso ante las cámaras.
Francisco ha sido criticado por proteger a clérigos con graves acusaciones en su contra, entre ellos Julio Grassi, Marko Rupnik y Gustavo Zanchetta. Anna, una exmonja italiana, describió sus nueve años de abuso por parte del sacerdote Rupnik como “un descenso al infierno”. Este sacerdote se convirtió en un destacado artista mosaico y sus obras adornan numerosos lugares sagrados.
A pesar de las advertencias sobre sus acciones y los testimonios de sus víctimas, Rupnik continuó recibiendo apoyo dentro de la Iglesia. En 2019 fue sorprendido absolviendo a una víctima tras un encuentro sexual, lo cual le valió una excomunión automática; sin embargo, esta fue levantada rápidamente por el Papa.
A medida que emergían más detalles sobre Rupnik y otros casos similares, la reacción pública fue feroz. Sin embargo, muchas denuncias fueron ignoradas o minimizadas por las autoridades eclesiásticas. El proceso judicial contra Rupnik se ha visto obstaculizado por prioridades consideradas “peores” según los responsables del mismo.
A medida que continúan surgiendo nuevos testimonios y denuncias sobre abusos dentro del clero católico bajo el liderazgo de Francisco, queda claro que su legado está manchado por una serie de decisiones controvertidas relacionadas con la protección a quienes han cometido delitos atroces contra los más vulnerables.