Los aranceles del 25% impuestos por el presidente Donald Trump sobre productos chinos, que ahora alcanzan un total de 145% con los derechos existentes, están generando una crisis entre los vendedores de Amazon. Un 70% de estos vendedores dependen de la fabricación china y se enfrentan a la difícil decisión de aumentar los precios al consumidor o absorber costos insostenibles, poniendo en riesgo su rentabilidad. Pequeñas empresas como PrimaStella y Basic Fun consideran que asumir estos aranceles podría llevarlas a la quiebra, mientras que Amazon predice aumentos generalizados en los precios. Además, el cierre de la regla de "de minimis" busca frenar la competencia desleal de gigantes chinos, aunque algunos expertos sugieren que esto podría beneficiar a Amazon al reducir la competencia.
Las recientes tarifas impuestas por el presidente Donald Trump, que alcanzan un 25 por ciento sobre los productos chinos y suman un total del 145 por ciento con los aranceles existentes, han generado una crisis entre los vendedores de Amazon. Aproximadamente el 70 por ciento de estos comerciantes dependen de la manufactura en China, lo que les obliga a enfrentar decisiones difíciles: aumentar los precios al consumidor o absorber costos insostenibles que amenazan su rentabilidad.
Pequeñas empresas estadounidenses como PrimaStella y Basic Fun se encuentran ante un dilema crítico. Asumir las tarifas podría llevarlas a la quiebra, mientras que reubicar la producción resulta costoso o impráctico debido al dominio establecido de China en el sector manufacturero.
El CEO de Amazon, Andy Jassy, anticipa incrementos generalizados en los precios, aunque la compañía está implementando estrategias de inventario para mitigar estos efectos. Por ejemplo, vendedores como Zest Tea, que dependen de importaciones de té chino, no tienen más opción que trasladar los costos a los consumidores.
La eliminación del vacío fiscal conocido como "de minimis" ha sido otro factor determinante. Esta regla permitía la entrada de envíos valorados en menos de 800 dólares sin aranceles, lo que facilitaba a gigantes del comercio electrónico como Temu y Shein evadir tarifas y saturar el mercado estadounidense con productos baratos. Sin embargo, esta medida fue justificada por las autoridades debido a riesgos asociados con bienes falsificados y contrabando.
Dusty Kenney, emprendedora californiana detrás de PrimaStella, expresó su preocupación al afirmar que asumir las tarifas podría poner fin a su negocio. “Mantendré mis precios el mayor tiempo posible, pero ya estoy compitiendo contra vendedores chinos que me subcotizan”, comentó Kenney.
A pesar de considerar la reubicación de su producción, muchos vendedores encuentran casi imposible replicar la infraestructura manufacturera china en otros países. Jay Foreman, CEO de Basic Fun, destacó que China ha dominado este ámbito durante décadas y replicar ese éxito es extremadamente difícil.
En conclusión, pequeñas empresas enfrentan un futuro incierto mientras intentan adaptarse a un entorno comercial cambiante marcado por políticas tarifarias agresivas y una competencia desleal. La búsqueda de alternativas viables para evitar las tarifas se torna cada vez más complicada.
Cifra | Descripción |
---|---|
25% | Arancel inicial sobre productos chinos. |
145% | Total de aranceles acumulados (incluyendo otros impuestos existentes). |
70% | Porcentaje de vendedores de Amazon que dependen de la fabricación china. |
$800 | Valor límite del cual las mercancías podían entrar a EE.UU. sin aranceles (de minimis). |