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Huawei lanza su chip Ascend 910D para sustituir tecnología prohibida de Nvidia en China

Huawei chips

OpenAI | Jueves 01 de mayo de 2025

Huawei está desarrollando su chip de inteligencia artificial Ascend 910D para reemplazar los semiconductores de Nvidia en China, en respuesta a las sanciones estadounidenses. Aunque el nuevo chip podría superar al H100 de Nvidia en potencia bruta, presenta un mayor consumo energético y menor eficiencia. Este avance sigue al éxito del chip Mate 60 de Huawei, desafiando las expectativas sobre el impacto de las sanciones en la industria china. A pesar de los desafíos tecnológicos y la dependencia de SMIC, Huawei busca fortalecer la autosuficiencia tecnológica de China en medio de la creciente guerra tecnológica entre EE.UU. y China.



Huawei está en la fase de pruebas de su avanzado chip de inteligencia artificial, el Ascend 910D, con el objetivo de sustituir los semiconductores de Nvidia en China, en un contexto marcado por las sanciones impuestas por Estados Unidos. Este nuevo chip podría superar al H100 de Nvidia en términos de potencia bruta, aunque presenta desventajas significativas en cuanto a consumo energético y eficiencia.

El progreso de Huawei en el desarrollo de chips para inteligencia artificial sigue a la exitosa introducción del Mate 60, un dispositivo que desafió las expectativas sobre el impacto negativo que las sanciones estadounidenses tendrían sobre la industria china de semiconductores. Sin embargo, la búsqueda de autosuficiencia tecnológica enfrenta obstáculos debido a la dependencia de tecnologías de fabricación menos avanzadas provenientes de SMIC, en comparación con competidores como TSMC y Samsung.

Un paso hacia la independencia tecnológica

El Ascend 910D representa un esfuerzo significativo por parte de Huawei para sortear las restricciones impuestas por Estados Unidos desde 2019, que han limitado el acceso chino a semiconductores avanzados. Se espera que el chip pase pruebas técnicas en las próximas semanas, con una producción masiva programada para más adelante este año. Fuentes del sector sugieren que el 910D podría ofrecer un rendimiento superior al H100, aunque se reconoce que su eficiencia energética es inferior.

Este avance se produce tras el sorprendente éxito del chip Mate 60 producido localmente por Huawei en 2023, lo cual contradice las predicciones sobre un debilitamiento del sector semiconductor chino debido a las sanciones. Actualmente, Huawei suministra procesadores de inteligencia artificial a empresas respaldadas por el estado, como ByteDance (la empresa matriz de TikTok) y grandes operadoras de telecomunicaciones, con planes para distribuir más de 800,000 unidades de sus modelos anteriores, el 910B y el 910C.

Desafíos y consideraciones

A pesar de sus ambiciones, Huawei enfrenta retos significativos. El Ascend 910D depende de tecnologías de empaquetado que consumen mucha energía para compensar componentes individuales menos potentes. A diferencia de los chips de Nvidia, que se benefician de fábricas avanzadas como TSMC, Huawei debe recurrir a SMIC, un fabricante limitado por restricciones estadounidenses en cuanto a equipamiento.

La firma investigadora SemiAnalysis ha señalado que aunque los chips de Huawei pueden ser menos eficientes, su volumen podría compensar esta desventaja: “Tener cinco veces más Ascends compensa cada GPU que solo tiene un tercio del rendimiento de una Blackwell de Nvidia”. Esto sugiere que las empresas chinas podrían priorizar la escala sobre la optimización para mantenerse competitivas en la carrera armamentista tecnológica relacionada con la inteligencia artificial.

Oportunidades ante dificultades

El lanzamiento del chip por parte de Huawei no es casualidad. Apenas unos días después del anuncio por parte del gobierno estadounidense sobre nuevas prohibiciones a la exportación del H20—un chip degradado diseñado para el mercado chino—Huawei presentó su Ascend 920, cuya producción masiva está prevista para finales de 2025. Los analistas del sector especulan que este modelo podría llenar el vacío dejado por Nvidia al ofrecer capacidades comparables a pesar de requerir más energía.

Nvidia enfrenta una posible pérdida económica significativa en ingresos provenientes del mercado chino debido a estas nuevas restricciones. La compañía había experimentado un crecimiento trimestral del 50% en ventas del H20 antes del veto, lo que pone en evidencia cuán dependiente se había vuelto el sector chino de tecnología estadounidense. En contraste, Huawei está aprovechando el sentimiento nacionalista y el respaldo gubernamental para posicionarse como una alternativa local.

Un campo geopolítico complejo

El conflicto por los semiconductores es solo uno entre muchos frentes en la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China. Washington ha expresado repetidamente preocupaciones sobre seguridad nacional, temiendo que los chips avanzados puedan fortalecer las capacidades militares chinas. Sin embargo, la resiliencia mostrada por Huawei socava estos esfuerzos al demostrar que las prohibiciones absolutas podrían acelerar aún más la búsqueda china por la autosuficiencia.

A pesar del progreso demostrado con el proceso manufacturero de 6nm utilizado para el próximo Ascend 920, China todavía se encuentra años atrás respecto a TSMC y Samsung. Esto implica que los productos desarrollados por Huawei probablemente seguirán siendo más costosos y menos eficientes que sus contrapartes occidentales durante un tiempo prolongado.

Aunque los avances realizados son notables, presentan limitaciones importantes. Tanto el Ascend 910D como el 920 podrían ayudar a China a reducir su dependencia respecto a Nvidia; sin embargo, su mayor consumo energético podría restringir su adopción en sectores donde se prioriza la eficiencia energética. No obstante, con mandatos respaldados por el estado y un mercado interno cautivo, Huawei tiene un camino claro hacia la dominancia—al menos dentro del territorio chino.

A medida que intensifica la carrera tecnológica, Estados Unidos y China se encuentran inmersos en un juego estratégico lleno de riesgos tecnológicos. Los últimos chips presentados por Huawei evidencian que las sanciones no detendrán necesariamente el ascenso tecnológico chino; sin embargo, queda por ver si realmente podrán competir efectivamente en un escenario global.

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