OPINIÓN

Exagerado optimismo por el fin de la crisis

Alejandro A. Tagliavini | Miércoles 08 de abril de 2020

Como anticipó el Dr. Stephen Smith -que recomienda la hidroxicloroquina- ha comenzado el principio del fin de la pandemia del coronavirus y, como lo avisamos muchos desde hace tiempo, se da naturalmente y con menos muertes que por influenza.



China anunció el primer día sin muertos y personalmente he corroborado que la situación allí se normaliza. Se nivela la pandemia en zonas como New York, según su gobernador, e Italia y esto ha traído un exagerado optimismo y las Bolsas subían más de 10% en dos días.

Exagerado porque la crisis económica se debe a la represión del mercado por parte de algunos gobiernos en términos de paralizar la producción y no está claro que terminará una vez controlado el virus, por el contrario, hasta podría aumentar.

Ahora, cómo se llegaron a tomar estas medidas represivas cuando los especialistas serios, como Howard Markel, dicen que la cuarentena obligatoria es contraproducente. La clave la da el mejor especialista de Corea -país exitoso en el tema- Kim Woo-Joo: mi país "es una república democrática… un bloqueo no es una opción".

Ante el pánico de la opinión pública, Gobiernos como el de Italia copiaron la receta del Partido Comunista Chino, que ha controlado la pandemia como siempre ha controlado todo: con violencia, represión, cuarentena policial. Y esta “solución” totalitaria ha sido recomendada por la OMS que es un organismo de la burocracia estatal -política- internacional cuyo presidente es Tedros A. Ghebreyesus, militante del marxista y guerrillero Frente Democrático Revolucionario Etíope.

Así politizaron la solución, desviándola de la ciencia, violando el enunciado moral de no violencia y el derecho humano a la libertad, desoyendo la lógica cuyo primer principio -el de no contradicción- supone que de un mal -la violencia- no puede salir un bien.

Obviamente, los países con cuarentenas (i.e. Italia y España) tienen muchos más muertos que Corea y Japón. Además, la cuarentena obligatoria tiene efectos que matarán entre diez y cien veces más personas que por la pandemia.

Leyó bien: los efectos directos de la cuarentena forzada provocarán entre 10 y 100 veces más muertos que este virus.

Por incontables causas. El encerramiento debilita el físico y la psiquis. En Francia, los femicidios aumentaron un tercio. Si hasta muchos venezolanos vuelven a su país por la situación de hostilidad y xenofobia.

Como sistema marxista, la cuarentena no solo ha establecido violencia y la denuncias incluso entre familiares, sino que decidió de hecho la muerte de las religiones y prohibió las celebraciones de Semana Santa en muchos países. Según el IFES, 39 países “postergaron” procesos electorales. El cerramiento de las economías podría dejar hasta 22 millones de personas más en pobreza extrema en Latinoamérica, según la Cepal. Muchos de ellos morirán por desnutrición o malas condiciones de vida, amén de engrosar el delito.

Así como la crisis económica no se termina con el virus sino cuando los Estados dejen de reprimir, la humanidad no tendrá futuro sin un “Nüremberg”. No creo que encarcelar a nadie sea una solución, pero tiene que ocurrir una fuerte condena dejándole claro a los ciudadanos que el pánico no puede ser el motor de sus votos, que el periodismo terror no es ético y, sobre todo, que los dirigentes no pueden actuar con sus criterios políticos violando el Estado de Derecho, la moral y los DDHH.


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