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Felipe González revienta el pacto de Sanchez con Iglesias e independentistas para formar Gobierno

Felipe González revienta el pacto de Sanchez con Iglesias e independentistas para formar Gobierno

viernes 30 de septiembre de 2016, 07:39h

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Desde que el pasado agosto los servicios de inteligencia norteamericanos y españoles detectaron reuniones secretas entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez saltaron las alarmas. El dirigente socialista está dispuesto a pactar con Podemos y aceptar las condiciones del independentismo catalán. Una vez más se ha recurrido al histórico dirigente socialista Felipe González para dinamitar la operación y apartar a Sánchez de la dirección del PSOE. Los acontecimientos de estos días transcienden a España y se enmarcan en la guerra de poder de las grandes potencias.
Desde el último año los servicios secretos ven con preocupación cómo se acrecienta la debilidad del socialismo español, tanto en capacidad de interlocución política como en votos. Y, sobre todo, que esta deriva ha llevado al PSOE de Pedro Sánchez a negociar con Podemos para obtener la mayoría que le permita echar de la Moncloa a Mariano Rajoy.

Los análisis de inteligencia siempre han visto, desde el inicio de la Transición política tras la muerte del dictador Franco, a un PSOE socialdemócrata como “tapón” necesario para frenar, en aquellos años al comunismo, y en la actualidad a los movimientos anticapitalistas y antisistema que crecen a su izquierda. Asimismo, el PSOE permitía vertebrar el bipartidismo, la alternancia de poder entre conservadores y socialdemócratas, que han dado a España casi cuatro décadas de estabilidad, truncadas en los últimos años por tres elementos: la corrupción política, la crisis económica y el independentismo catalán y vasco.
Los servicios de inteligencia europeos aseguran que Rusia apoya a los movimientos antisistema como Podemos

Entre la inteligencia europea, incluidos los servicios españoles, se afirma que Rusia presta apoyo económico a los movimientos anticapitalistas y antisistema que han crecido en el viejo continente a la sombra de una dura crisis económica que ha recortado el estado del bienestar y el paro extremo, sobre todo entre los jóvenes. En el fondo sería el mismo juego de siempre en el tablero mundial: la guerra secretas que libran las grandes potencias. Estados Unidos trata de desestabilizar a Rusia rodeando militarmente sus fronteras y debilitando su economía con sanciones económicas, y Moscú contraataca ayudando a generar más malestar social en el seno de las sociedades europeas.
España sigue siendo pieza clave en la guerra secreta que libran las grandes potencias

En este contexto encajan, siempre según las informaciones que manejan los servicios de inteligencia, las relaciones de los dirigentes de Podemos con la Venezuela de Chávez y Maduro, o las vinculaciones con el régimen iraní. Moscú actuaría mediante regímenes pro rusos interpuestos. Eso no quiere decir, ni mucho menos, que los militantes de Podemos estén al corriente de lo que saben y ocultan sus máximos líderes.

La inteligencia norteamericana, muy activa desde la aparición de Podemos en el escenario político, teme que una de las primeras medidas que tomarían los podemitas si llegasen al poder con el apoyo de Pedro Sánchez, sería dar por finalizados los acuerdos militares con Estados Unidos y que no haya bases estadounidenses en suelo español. Obviamente, una política de este signo supondría una gran victoria para Putin. Debilitaría el flanco sur de Europa, precisamente el territorio donde se asienta el despliegue naval del escudo antimisiles -base de Rota en Cádiz- que tanto incomoda al Kremlin.
Washington teme que un Gobierno PSOE-Podemos rescinda los acuerdos militares con Estados Unidos

Los informes de que era inminente, o que incluso estaba ya cerrado, el pacto Sánchez-Iglesias, hizo saltar todas las alarmas. Y se recurrió una vez más a Felipe González en su calidad de gran patriarca del socialismo español. González, con sus declaraciones en la SER del Grupo Prisa, puso en marcha el mecanismo de voladura de Pedro Sánchez que se materializó con la dimisión de 17 miembros de la Ejecutiva Federal del PSOE.

Emergencia nacional

Las manifestaciones del dirigente catalán, Miguel Iceta Llorens, pidiendo al presidente Puigdemont que apoyara el pacto PSOE-Podemos vinieron a corroborar los temores de Washington y las cancillerías europeas. Las declaraciones el jueves 29 de septiembre del ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, señalando que España se encontraba en una situación de “emergencia nacional”, daban la medida exacta de los informes que le llegaban al jefe de la diplomacia española de las embajadas en el exterior y de sus conversaciones con los embajadores europeos y norteamericano en Madrid.

Figura de consenso

Desencadenado el enfrentamiento entre el aparato de confianza de Pedro Sánchez y los barones territoriales del partido, se está buscando una figura de consenso que pueda encauzar una nueva etapa, quizá de refundación, para el histórico PSOE. Entre las personalidades influyentes, se baraja encargarle a José Bono la difícil tarea de comandar, organizar y enderezar a un Partido Socialista abocado a que sus votantes terminen apoyando a Podemos y sus Mareas en el caso de terceras elecciones el próximo diciembre.

Bono reuniría varias características que le harían merecedor del encargo. Se trata de un personaje que, aparte de haber ganado las elecciones en Castilla La-Mancha siempre que se presentó, está hasta bien considerado por una parte de la derecha y su lealtad a la Corona es firme. En relación al independentismo catalán, es conocido que dimitió como ministro de Defensa por no aceptar el estatuto promovido por Rodríguez Zapatero.
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