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Descubren en Marruecos las primeras “armas biológicas caseras” del Estado Islámico que provocan la muerte

viernes 11 de marzo de 2016, 05:12h

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La sorpresa recorre los servicios antiterroristas europeos tras descubrirse en Marruecos las primeras “armas biológicas caseras” del Estado Islámico en tres botellas de vidrio incautadas a la célula yihadista desarticulada en la ciudad marroquí de El-Yadida. El Laboratorio de Tecnologías Moleculares de Bélgica ha confirmado que las tóxinas fabricadas con ratas en descomposición y trozos de limón destruyen y paralizan el sistema nervioso provocando la muerte, según revela en exclusiva la Radio Televisión de Luxemburgo (RTL).
La policía marroquí confiscó el 18 de febrero a la célula terrorista desarticulada en la ciudad de El-Yadida, en la costa atlántica, tres frascos de vidrio de un litro cada uno que han sido clasificados como “armas biológicas caseras”. Los envases contenían trozos de carne, ratas, limones cortados y cientos de clavos, una combinación de sustancias que tras ser analizadas y testadas con ratones dieron unos resultados precisos: “Todos los ratones murieron en un periodo relativamente corto de tiempo a causa de problemas en sus sistemas nerviosos precedidos de parálisis de sus miembros”, explica el coronel Jean-Luc Gala, director del Centro de Tecnologías Moleculares Aplicadas (CTMA, por sus siglas en francés) de Bélgica, según revela en exclusiva la Radio Televisión de Luxemburgo (RTL).

Con ratas y limones los yihadistas fabrican toxinas que afectan al sistema nervioso y causan la muerte


Las conclusiones han disparado las alarmas de los servicios antiterroristas europeos y del norte de África. En un comunicado, el Ministerio del Interior marroquí confirma la investigación del CTMA belga en los siguientes términos: “algunas de las sustancias incautadas son clasificadas por los organismos internacionales especializados en la salud en la categoría de armas biológicas peligrosas por su capacidad para paralizar y destruir el sistema nervioso y provocar la muerte”.

Envenenar alimentos

Las tóxinas contenidas en los tres frascos de vidrio “fueron preparadas de forma casera con la clara intención de ser dispersadas para contaminar productos alimenticios, por ejemplo en un mercado, entre un pequeño número de personas”, puntualiza Jean-Luc Gala. Aunque el director del Centro Europeo de Inteligencia Estratégica y Seguridad, Claude Moniquet, consultado por RTL, señala que “la idea de envenenar la cadena alimenticia todavía, afortunadamente, es ficción”, es la primera vez que se obtienen evidencias de que los yihadistas del Estado Islámico ensayan armas biológicas de fabricación casera.

Moniquet intenta mantener un tono tranquilizador al asegurar que “se trata de un arma biológica, pero no tiene un alcance dramático (…) no estamos ante el mismo peligro de las armas químicas como el gas sarín. Incluso como arma biológica es muy artesanal, lo que hace que no pueda provocar un gran número de víctimas (…) no estamos ante un virus mutante que se extendería por toda la población”.

Reclutan a estudiantes de biología

Lo que sí es preocupante es que el descubrimiento de los servicios antiterroristas marroquíes muestra la disposición de las células islamistas a fabricar este tipo de armas biológicas a nivel casero, con escasísimo coste material, y puedan estar ensayando otras más complejas en laboratorios, como vienen alertando los medios de comunicación a raíz de testimonios y ordenadores incautados al Estado Islámico.

En el caso concreto de Marruecos, en noviembre de 2014 los servicios antiterroristas tuvieron constancia de que los yihadistas reclutaban a estudiantes marroquíes en biología y química con la intención de que prosiguiesen sus estudios en Alemania. Abu Ali, un comandante de un grupo rebelde sirio, desveló que uno de los objetivos más importantes del Estado Islámico es desarrollar armas biológicas para ataques masivos. Al parecer, tuvo acceso a esa información tras apoderarse de un ordenador portátil del Daesh en un ataque a un edificio de la provincia siria de Idlib, cerca de la frontera con Turquía.

Un ordenador requisado en Siria contenía instrucciones de cómo “militarizar la peste bubónica” con animales infectados


En los “archivos ocultos” del pc encontró cerca de 146 gigabytes, con 35.347 archivos en 2.367 carpetas. Entre los datos figuraba la identidad del propietario del ordenador, de nombre Muhammed S., quien se unió al Estado Islámico y estudió Física y Química en dos universidades en el noreste de Túnez.

En un documento de 19 páginas se explicaba cómo desarrollar armas biológicas y cómo “militarizar la peste bubónica” mediante animales infectados, significativamente una técnica muy similar a la utilizada por la célula marroquí de El-Yadida, cuyos frascos contenían trozos de ratas en descomposición.
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